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¿Qué tomar en cuenta para una reforma integral?

El sueño de tener una reforma de éxito, alimentado muchas veces por los reportajes de las revistas de decoración, no es fácil aplicarlo en nuestro propio hogar. Y por lo general sucede que no estamos a gusto con la organización de las habitaciones, con su estética o con sus acabados, y tomamos la determinación de acometer una reforma integral de la casa con todo lo que ello supone.

Una vez decidida la reforma vivienda, hay una serie de cuestiones muy delicadas que conviene no pasar por alto para evitar imprevistos desagradables. Entre otras, prestaremos atención a las siguientes:

1.  Antes de comenzar la obra, hemos de tener las ideas muy claras de lo que queremos hacer, con qué medios y recursos contamos y hasta dónde queremos llegar. Además si se trata de una reforma integral, desde que nos decidimos por hacer la reforma hasta que se finaliza pasarán varios meses, así que tenemos que pensar bien cómo abordar el tema.

2.  No se trata sólo de saber en qué va a consistir la reforma que queremos acometer en este momento, si no también, de tener miras a largo plazo para prever detalles que pudieran influir en usos diferentes de las estancias en un futuro. De esta forma conseguiremos una reforma que perdure en los años.

3.  Una vez estructurada una idea global y sabiendo qué necesitamos, y qué queremos,  lo siguiente es tratar de buscar una adecuada distribución de los espacios.

4.  Para el tema de los acabados debemos tener una idea antes de pedir presupuestos. Estamos hablando de suelos, grifería, ventanas, mobiliario de cocina y baño… Ya que nuestra decisión determina en gran medida el presupuesto final de obra. No obstante, aquellos a quienes encarguemos el proyecto de nuestra reforma deberán ser capaces de adecuar los materiales elegidos por nosotros en el presupuesto que confeccionen.

5.  A un presupuesto de reforma integral deben exigírsele una serie de apartados ineludibles, como demoliciones, albañilería, revestimientos, electricidad, fontanería, carpintería, pintura o climatización. Y por supuesto, contemplará el coste unitario de todas las partidas (ya sea metro lineal, metro cuadrado o unidades), el tiempo previsto de ejecución y la forma de pago pactada. Cuanto más desglosado esté mayor control tendremos en que lo que nos presupuestan incluye todo lo solicitado y además podemos bajar o subir algunas de las partidas según la calidad de acabados que decidamos.

 

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